Caso
"Tatiana Tarasoff"
Tema: Confidencialidad (secreto profesional)
Caso resuelto en el año de 1976,
por la Suprema Corte de Estados Unidos.
Un médico psiquiatra es
querellado por los padres de Tatiana Tarasoff, una joven asesinada por un
psicópata paciente de aquel y a quien había confiado sus intenciones para con
la víctima. Prosenjit Poddar, que estaba bajo tratamiento psiquiátrico a cargo
del doctor Lawrence Moore, del Cowell Memorial Hospital en la Universidad de
California (Berkeley), le reveló su intención de matar a Tatiana Tarasoff. El
psiquiatra advirtió a la policía del campus del propósito de su paciente y
Poddar fue detenido, aunque poco después fue dejado en libertad atendiendo a su
apariencia de “normalidad”. El psiquiatra trató de hospitalizar a su paciente,
pero no comunicó a la joven el peligro que ella corría. Con posterioridad,
Prosenjit Poddar mató a Tatiana. Los padres de la víctima solicitaron una
indemnización basándose en la negligencia del médico. La Suprema Corte de
California estimó la demanda al considerar que el psiquiatra tenía un deber
especial de adoptar todas las medidas necesarias para evitar la peligrosidad de
su paciente (avisó a la policía pero no llegó a agotar todas las medidas
necesarias que estaban a su alcance para evitar el asesinato, incumpliendo, en
consecuencia, la diligencia debida como facultativo). La inminencia del peligro
era tan evidente con base en un juicio de previsibilidad que el Tribunal dio
preeminencia al interés público frente a los privilegios de secreto del
psiquiatra y de intimidad del paciente.
En el tribunal la justicia se
dividió en dos posiciones contrastantes. La opinión mayoritaria declaró
culpable al psiquiatra de negligencia profesional, alegando que la obligación
de proteger a las personas de agresiones violentas sobrepasa la regla
deontológica de confidencialidad, y en tales casos se debe advertir directa o
indirectamente al individuo involucrado. La opinión minoritaria, por el
contrario, defendió la conducta del psiquiatra como protector de los derechos
del paciente al no violar el secreto profesional. Pero además, apoyándose en
argumentos de consecuencia, se insiste en la ventaja para el bien público de
mantener estricta reserva de la información psiquiátrica. La no observancia de
la regla frustraría el tratamiento psiquiátrico, al perder confianza y alejarse
del mismo los pacientes, aumentando así, lejos de disminuir, el peligro de
agresiones violentas. Aún si se internará a todas las personas que formulan
amenazas, la sociedad sería la damnificada pues son pocas aquellas que
presentan un efectivo riesgo de violencia, mientras que la mayoría inocua, una
vez internada, no podría contar con el beneficio del tratamiento
psicoterapéutico.
Responde:
• ¿Por qué el caso de Tatiana
Tarasoff se considera un problema ético?
El caso Tarasoff nos
plantea problemas éticos, legales y prácticos. Los primeros tienen que ver con
el quiebre de la confidencialidad en relación a un potencial daño grave a un tercero,
el Código de Ética del Colegio Médico (art 38 letra d) explicita que es lícita
la ruptura del secreto profesional en casos donde hay amenazas o potencial
riesgo real de daño físico a otras personas. A su vez el Código Sanitario en
los arts. 20 y 40 establece la obligatoriedad de denuncia de enfermedades
trasmisibles y venéreas. Los problemas legales que derivan de los casos “tipo
Tarasoff” tienen que ver con las demandas civiles que pudiesen interponer las
víctimas o sus familias cuando un tercero es dañado por un paciente y su
terapeuta, estando al tanto del riesgo, optó por callar cuidando el secreto
profesional. En el Código Procesal Penal no existen disposiciones de denunciar
un delito que aún no se
Comete. Quedan pocas dudas respecto a que el
quiebre del secreto profesional es ético ante el riesgo de grave daño a
tercero. Sin embargo, a través de tres situaciones clínicas reales que
podríamos denominar “tipo Tarasoff” podremos visualizar la complejidad del tema
y la necesidad de revisar cuidadosamente cada caso en particular.
• ¿Consideras que el doctor se
manejó bajo una ética profesional? ¿Por qué?
El caso presentado tiene el objetivo principal
de motivarnos a reflexionar sobre los fundamentos Por que tiene el secreto
profesional y cuales son sus límites ya que el aspecto central del caso fue el
no haber dado a conocer a Tatiana la información obtenida por el psicólogo, en
el marco de una relación clínica. Esta es una materia de gran importancia, por la
manera como se ejerce la Medicina en la actualidad. La información relativa a
los pacientes tanto en clínicas y hospitales está expuesta a un gran número de
personas que pudieran hacer un uso indebido de ella. Todas esas personas, no
sólo los médicos, incluyendo los alumnos de Medicina, deben honrar en su
conducta la obligación de respetar el secreto profesional. El papel fundamental
del profesional sanitario consiste en curar o atenuar los síntomas de la
enfermedad. Para cumplir con estos objetivos, la sociedad otorga al profesional
ciertos privilegios, como es el acceso a los aspectos más íntimos de la vida
del paciente, tanto en lo que concierne a su persona física como psíquica.
Incluso, durante la intervención el profesional puede tener acceso a
información concerniente a la vida privada de otras personas que no le han
consultado, pero que están vinculadas a su paciente. Toda esta información
queda incluida en el secreto profesional.
Este secreto deriva de la existencia del
derecho a la intimidad que tienen todas las personas, y del hecho que el hombre
es un ser social. El hombre enfermo, debido al instinto natural de conservación,
acude a consultar a otro hombre mejor preparado, para que le ayude a buscar la
curación, el médico. Además entiende que esta ayuda va a ser más adecuada si
confía plenamente en el profesional, y le entrega su intimidad. Esta es, en
efecto, la única forma en que se puede ayudar al paciente. Desde los tiempos de
Hipócrates se ha reconocido la obligación del médico de cautelar los secretos
del paciente, debido a que para lograr que proporcione toda la información
necesaria, es preciso que tenga la seguridad que sus secretos no serán
revelados sin su consentimiento. Incluso, varios años después Percival en 1803
insistía “Los pacientes deben ser interrogados en un tono de voz que no pueda
ser oído ni por azar”. Además, el secreto profesional tiene fundamentos legales.
La relación médico-paciente origina un contrato tácito que en el lenguaje
jurídico se denomina cuasi-contrato ya que falta la expresión escrita. Se considera
que en esta situación el deber del secreto profesional tiene como objetivo el
bien común o de la sociedad, ya que su existencia crea un ambiente de pública
confianza que facilita la apertura para que los pacientes den la información
necesaria y en forma completa, hecho que facilita la posibilidad de que el
médico ayude a su paciente. Por este motivo se estima que el secreto no sólo
debe incluir la información directamente aportada por el paciente, sino que
también todo aquello que el médico vea o conozca en el marco de la relación
clínica, aun cuando el enfermo no hubiese querido que se hubiera producido ese
conocimiento.
• ¿Cuáles consideras que fueron los principios que como profesional
el doctor no tomó en cuenta?
Como conclusión, se debe considerar una
excepción tener que revelar a terceros la información que se ha obtenido en la
relación médico paciente. El secreto profesional es una condición necesaria
para contar con toda la información requerida que va a permitir poder ayudar
efectivamente a los pacientes. Sin embargo, mantener el secreto no es
obligatorio en un cierto número de circunstancias. En el caso de Tatiana
Tarasoff son tres las razones que justifican el no haber respetado el secreto
profesional. La primera es el estado mental de Poddar que significaba un riesgo
para Tatiana, por lo tanto ella debió ser informada de las intenciones de su
pretendiente. La segunda se deriva de la anterior. Si Tatiana hubiera podido
defenderse en mejor forma al estar debidamente informada del peligro que le
acechaba, se podría haber protegido en forma más efectiva de Poddar, quien
quizás no habría logrado cometer el crimen, lo que le habría favorecido al no
haber sido imputado por semejante delito. Finalmente, en tercer lugar tal como
figura en el relato, la información clínica del paciente tiene que ser dada a
conocer durante un proceso como respuesta a lo requerido por el juez
debidamente acreditado. Pero, incluso en este caso, la información debe ser
restringida exactamente a lo indispensable para que la justicia pueda cumplir
con su labor, sin agregar otros aspectos de la vida del paciente, no
relacionados a la materia del proceso.
José Luis González Treviño
MATRICULA
AL10501592